viernes, 7 de octubre de 2011

Nunca dejes que alguien te diga que no puedes hacer algo.

El camino a la felicidad no es recto, existen curvas llamadas "equivocaciones", semáforos 
llamados "amigos", luces de precaución llamadas "familia", Túmulos de tropiezos que se deben vencer para llegar al final. Pero sólo se logra si tienes una llanta de repuesto llamada 
"decisión", un potente motor llamado "amor", un seguro llamado "fe" y abundante combustible llamado "paciencia".

1 comentario:

María González dijo...

Claro que sí , nunca hay que rendirse ante nada.

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