... lαs vivo αhorα.
Sí, tengo la costumbre de decidir rápido las cosas, sin pensarlas, para que después me den por la espalda, me nieguen y me fallen. Así llevo quince años de mi vida, diez con consciencia, y sigo sin aprender. Pero a veces, la única manera de decidirse es la rápida, la dispersa, la que en ese momento crees y piensas que será la correcta. Soy de esas que nunca se escuchan a sí misma, no por miedo ni inseguridad sino por valentía. En ese mismo instante parece que todo sale bien, se te sube al autoestima, pero al cabo de minutos, te pones a pensar ... y parece que todo lo que habías pensado anteriormente da un giro completo al que tenías.
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